Una gobernanza democrática para la inteligencia de datos.
Desde hace algunos años los gobiernos comenzaron a darse cuenta del gran valor que los datos aportan en el diseño de políticas públicas y en los procesos de toma de decisión. El acceso a internet y el avance de nuevas tecnologías han permitido a las instituciones analizar y aprovechar de mejor manera la información que generan y que obtienen del quehacer público.
Durante la última década hemos visto iniciativas de datos que han sido implementadas con mucho entusiasmo y que han generado altas expectativas respecto a cómo los datos nos pueden ayudar a mejorar la vida de las personas, a generar nuevos empleos, mejorar la salud pública, y a resolver problemas públicos complejos. Sin embargo, muchos de estos proyectos se han quedado cortos para alcanzar los objetivos por los que fueron creados, ya sea por falta de financiamiento, capacidades técnicas, regulaciones obsoletas, o simplemente porque dejan de ser prioridad en un cambio de gobierno.
Los retos no han sido solo a nivel interno y relacionados con procesos y entrega de resultados. Existen ejemplos sobre mal uso de los datos en diversos sectores, desde abusos en temas de privacidad que atentan con los derechos humanos, hasta grandes casos de corrupción que atentan con nuestra democracia misma. El hype de la Inteligencia Artificial y el uso de algoritmos en herramientas y productos también pone foco en la responsabilidad y mecanismos para asegurar que gobiernos, organizaciones y empresas incorporen principios de ética, calidad y seguridad de la información que manejan y comparten.
Desde Datamorfosis, impulsamos la creación y adopción de modelos de gobernanza democráticos que ayuden a generar inteligencia de datos. Pero, ¿a qué nos referimos con esto?, en primer lugar el concepto de gobernanza de datos lo podemos definir como “El marco de gestión que garantiza que los datos correctos se recopilen, utilicen, y compartan de la manera adecuada”. Sin embargo, este es un concepto simple que puede confundirse y solo centrarse en un marco regulatorio y legal.
Un modelo de gobernanza de datos debe responder a las preguntas ¿Por qué recolectar/compartir/usar datos?, ¿Qué datos?, ¿Quiénes serán los responsables y los usuarios? y ¿Cómo los obtendrán y utilizarán?. Se trata de conectar los puntos entre la regulación, los datos, los equipos, los procesos, la tecnología y la visión de la organización y la comunidad de usuarios.
Por otro lado, con inteligencia de datos nos referimos a la claridad de los recursos (financieros, organizacionales, de infraestructura de datos e infraestructura tecnológica) con los que cuenta una organización para poder hacer uso eficiente y estratégico de los mismos en la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas, ubicando siempre a las personas en el centro de la conversación.
Algunos de los beneficios que un modelo de gobernanza con un enfoque democrático ofrece es reducir la incertidumbre respecto al uso de los datos públicos, los datos personales, los privados y los sensibles. Además, asegura que el ciclo de vida de un dato (recolección, almacenamiento, transformación, uso y archivo) se desarrolle de manera transparente, justa y accesible para todos los actores involucrados. Esto ayuda también a reducir los potenciales riesgos relacionados con el uso de procesos automatizados que puedan generar discriminación, desigualdad, fraudes y otros.
Las conversaciones hacia la construcción de estos modelos de gobernanza avanzan cada vez más en México y en la región. Las responsabilidades son compartidas para asegurar el éxito. En Datamorfosis queremos ayudar a que esto suceda.