La receta secreta de la IA: una inmersión profunda en la gobernanza de datos.

En el mundo de la inteligencia artificial (IA), el éxito y el fracaso a menudo dependen de un único factor crucial: el tratamiento de los datos. Como elemento vital de cualquier sistema de IA, los datos pueden catalizar la innovación o inhibirla, dependiendo de cómo se manejen. 

Todo amante de la cocina lo sabe, el secreto de cualquier platillo estrella, está en los ingredientes. Si inviertes en insumos de calidad, tienes una gran posibilidad de crear un deleite, y sin ellos, no importando cuanta técnica apliques, el platillo no brillará. 

Lo mismo pasa con las soluciones de Inteligencia Artificial, entre mejores datos tienes, mejores productos y servicios puedes ofrecer. La clave para mantener esa calidad en los datos es un buen modelo de gobernanza. No importando si la IA se está utilizando para predecir las tendencias de mercado o de automatizar el servicio de atención al ciudadano; la calidad, la seguridad, la comprensión y la gestión ética de los datos pueden afectar profundamente a la eficacia de la implementación de la IA. 

Si los datos son incorrectos, incompletos o incoherentes, la IA producirá resultados erróneos. Un buen modelo de gobernanza de datos garantiza que los datos sean de alta calidad y adecuados para su uso en sistemas de IA.

En el sector público, la implementación de Inteligencia Artificial depende de datos precisos, oportunos y fiables. La calidad de estos datos influye directamente en la eficacia de las soluciones basadas en IA para ofrecer servicios a nuestros ciudadanos:

Los sistemas de IA a menudo manejan datos confidenciales, que deben protegerse para evitar infracciones y accesos no autorizados. Un modelo sólido de gobernanza de datos incluye protocolos para la privacidad y la seguridad de los datos, que son cruciales para evitar el uso indebido o el robo de los mismos. Los gobiernos manejan información extremadamente sensible, incluida la información personal identificable (IPI) de sus ciudadanos. Por lo tanto, la privacidad y la seguridad de los datos son primordiales. Cualquier violación o uso indebido de esta información podría provocar importantes problemas de confianza y repercusiones legales.

Los algoritmos de IA requieren una comprensión clara de los datos que utilizan. Esto incluye saber qué datos están disponibles, de dónde proceden y cómo se relacionan con otros datos. La gobernanza de datos proporciona esta información para la comprensión del usuario, garantizando que los sistemas de IA puedan sacar el máximo partido de los datos de que disponen. 

Los gobiernos suelen disponer de conjuntos de datos amplios y diversos, pero pocos tienen la capacidad técnica, o el capital humano disponible para comprenderlos. Los modelos de gobernanza ayudan a sentar las bases para sistemas de análisis y predicción de las necesidades de recursos para los servicios públicos y hasta la identificación de patrones para la elaboración de políticas públicas.

La transparencia y la rendición de cuentas son requisitos básicos para cualquier operación gubernamental. Poder monitorear y auditar las decisiones de la IA es esencial para mantener la confianza pública y el cumplimiento de la normativa. Si algo sale mal, es importante poder rastrear el proceso de toma de decisiones de la IA para averiguar por qué. Un modelo de gobernanza de datos establece los procesos y responsabilidades específicas que proporcionan una pista de auditoría clara para los sistemas de IA.

Los sesgos involuntarios en los algoritmos de IA pueden conducir a prácticas discriminatorias y trato injusto, que son particularmente preocupantes en contextos gubernamentales. Una gobernanza adecuada de los datos ayuda a garantizar que las herramientas de IA utilizadas en el sector público sean justas y equitativas, institucionalizando pasos para identificar, mitigar y supervisar los sesgos en los datos.

Los gobiernos suelen operar a gran escala, y la coherencia en el manejo de datos entre los diferentes departamentos y agencias es clave. A medida que los gobiernos continúan con su proceso de digitalización de servicios, y sus requerimientos siguen aumentando, la gestión de los datos se vuelve cada vez más compleja.  Un buen modelo de gobernanza de datos permite soluciones escalables a la vez que mantiene estándares uniformes lo que garantiza la coherencia en el tratamiento de los datos en toda la organización.

Los datos gubernamentales suelen tener valor histórico, legal o de archivo a largo plazo. Gestionar estos datos desde su creación hasta su eliminación, garantizando al mismo tiempo que estén disponibles y puedan utilizarse para las necesidades actuales, es un reto único que puede abordarse con un modelo de gobierno de datos, que gestiona todo el ciclo de vida, desde su creación hasta su almacenamiento, uso, archivo y eliminación. Esto es especialmente importante en las implantaciones de IA, donde las necesidades de datos pueden cambiar con el tiempo.

Así como un buen taco depende de una buena tortilla como base, tener una buena gobernanza de datos debe ser el primer paso para la innovación de nuestros gobiernos.